Cinco fuerzas políticas llegaron a las elecciones generales, cuatro que pertenecen al establishment (aunque una no lo autoperciba) y el Frente de Izquierda-Unidad (FIT-U). Un hilo neocolonial emparenta a Unión por la Patria (UP), Juntos por el Cambio (JxC), Hacemos por Nuestro País (HpNP) y La Libertad Avanza (LLA)en cuanto a la política en general y a la educación en particular.
No hay duda que Argentina tiene historia y tradición en lo que respecta a la educación pública, pero tampoco hay duda que el curriculum, históricamente, se desplegó y continúa desplegándose sobre los criterios que impone la pedagogía clásica, como instrumento de reproducción de los intereses de la clase dominante.
Cuanto más en los últimos 40 años, que coinciden en Argentina con los años de la democracia (si se me permite, con minúscula). Una democracia que se naturaliza, justamente por lo dicho anteriormente de la pedagogía clásica, como “liberal” (en cualquiera de sus versiones), con sus correspondientes consecuencias de desigualdad social y fragmentación sistémica que instruyó la reforma educativa en clave neoliberal, mercantilista y privatizadora; tres conceptos potentes del capitalismo en siglo XXI.
El cambio en la clave epistemológica se produce con esta reforma, que se ordena y organiza desde sus principios rectores en los organismos internacionales, corporaciones empresariales, fundaciones y ong que se establecen como vanguardia para asegurar los cambios en el paradigma que se proyecta en la desposesión de la educación pública; tal como lo hemos abordado y lo abordamos, de manera crítica, desde hace más de 30 años en decenas de artículos y dos libros.
Si bien, siempre fue objeto de discusión la separación del cuerpo docente de la conformación del curriculum, en los tiempos que corren se profundiza esa brecha, con el desplazamiento hacia la figura del “facilitador”, más aún con el advenimiento de las empresas EdTech y la aceptación acrítica de los gobiernos nacional y provinciales (para profundizar el tema ver aquí).
El hecho es que desde principios de los 90 del siglo pasado el concepto de crisis educativa se puso a la vanguardia en casi todo el mundo, incentivado por la OCDE, promocionado por el Banco Mundial y como actor principal la UNESCO, que en los albores de esa última década del segundo milenio, publica junto a la CEPAL, “Educación y Conocimiento, eje de la trasformación productiva con equidad”, un verdadero motor de lo que podríamos traducir como el secuestro de la educación y el conocimiento para la mayor acumulación del capital, directamente proporcional al crecimiento desmesurado de la inequidad social.
La educación y el conocimiento se convierten en mercancías de un mercado que no para de crecer y donde una eventual filantropía de megamillonarios se pone a disposición y promueven coaliciones empresariales por la educación con la participación del Banco Mundial y sus fondos de inversión.
Pero en Argentina, la contrapartida es que 6 de cada 10 niñes están por debajo de la línea de la pobreza, al igual que el 43% de la población (antes de la devaluación del 22%), un marco acuciante en el que la escuela está sumergida.
La educación fue puesta en crisis con el objetivo final de que no solo sea subsidiaria de los intereses del mercado, sino que se constituya a sí misma en un mercado, como vemos que sucede con los sucesivos procesos de endoprivatización; como ejemplo lo que sucedió, recientemente, en la Ciudad de Buenos Aires con el gobierno de JxC y la contratación de Pearson Education SA para la planificación, diseño y dictado de clases de inglés y eso es lo que nos presentan como modernización educativa o tecnología de los aprendizajes.
En realidad, es encubrimiento, porque no hay docentes de idioma para cubrir cargos vacantes, como no hay de ciencias sociales, matemática, entre otros. El ataque desproporcionado a la escuela pública en las últimas tres décadas, de parte de dirigentes políticos, funcionarios y ciertos especialistas de la eterna pléyade, que recorre canales de televisión y escriben en diarios del propio establishment al que dicen pertenecer, sumado a la descalificación y precarización laboral de maestrxs y profesorxs y el asedio a la formación en lxs profesorados, han logrado desalentar que lxs jóvenes se inclinen por la docencia.
Además del desfinanciamiento como constante, algo similar ocurre con la salud, que también sufre las mismas políticas de desfinanciamiento y también es parte de este panorama de la escasez de médicos en general y pediatras en particular, entre otras especialidades.
En la versión del desfinanciamiento, recordemos que el actual ministro de economía, y candidato presidencial de UP, Sergio Massa, hace justo un año, realizó un recorte en el presupuesto educativo 2022.
El recorte en números para la cartera educativa alcanzó a los 50 mil millones de pesos, de los cuales, 30 mil millones se quitaron del programa Conectar Igualdad, con todo lo que implica en la era de la digitalización; otros 15 mil millones que correspondían al Plan Fortalecimiento Edilicio de Jardines de Infantes, otra de las deudas históricas y 5 mil millones a programas de infraestructura y equipamiento; como de costumbre siempre pauperizadas las condiciones físicas del proceso de enseñanza-aprendizaje (ver nota completa aquí).
Ese recorte (“redireccionamiento de partidas”) obedeció a la “necesidad gubernamental” de cumplir con la deuda (estafa) con el FMI, organismo cuyas políticas son mecanismos de dominación.
Por más que funcionarios gubernamentales y dirigentes políticos de turno lo nieguen, los créditos del Banco Mundial tienen los mismos mecanismos.
Entonces, ¿Qué celebra el ministro Sergio Massa, candidato UP, cuando se aprueba el crédito de esa entidad por 300 millones de dólares con vencimiento a 30 años?
Si el crédito por esa millonaria suma tiene impacto en las becas Progresar, en todo caso habría algo para festejar si esa misma cifra se la hubiera cobrado a Vicentín, que es el monto con el que estafó la empresa al Banco Nación durante el gobierno de Mauricio Macri (JxC), que dicho sea de paso, su funcionario Oscar Ghillione, secretario de gestión educativa de ese período, había solicitado otro crédito por 341 millones de dólares, en 2019, con el propio Banco Mundial, que se hizo efectivo en 2021 durante la gestión de Gustavo Béliz como secretario de Asuntos Estratégicos del actual gobierno, que también festejó el endeudamiento, también a 30 años (para mayor información y conocer el pensamiento del candidato Sergio Massa respecto de educación, ver aquí).
Ninguno de esos acuerdos es nacional y popular, como no lo es la firma de la adhesión que suscribió el ministro de educación de la Nación, Jaime Perczyk, al Compromiso de Acción por los aprendizajes básicos y a la declaración Mi Educación, Nuestro Futuro, títulos que siempre son muy expresivos pero que encierran el huevo de la serpiente, de lo contrario, porqué habría que firmar.
“La declaración Mi educación, Nuestro futuro es una iniciativa para la recuperación de los aprendizajes en América Latina y el Caribe, impulsada por UNESCO, UNICEF, el Diálogo Interamericano y el Banco Mundial”, es lo que dice la información gubernamental, sin embargo más allá de la “recuperación de los aprendizajes”, la adhesión implica la reafirmación de nuestro país en el acuerdo por sostener y profundizar la reforma educativa en los lineamientos del paradigma tecno/economicista para la formación en la performatividad económica de lxs estudiantes en función de lo que denominan “empleabilidad”.
No es casual que el “Compromiso de Acción por los aprendizajes básicos…” se haya organizado en Colombia, a través de su Ministerio de Educación, uno de los sistemas más privatizados de Latinoamérica.
Cabe resaltar que otro de los convocantes es Diálogo Interamericano, que como hemos visto en otros artículos, es una organización de derecho privado que desde los años 90 sus “esfuerzos” se inclinan hacia la privatización de la educación pública en distintos niveles, de esa organización nace el programa PREAL (Programa de Promoción de la Reforma Educativa para América Latina y El Caribe), que tiene su sede en Washington (la educación para Latinoamérica no se piensa en Latinoamérica).
Como perlita para distender un poco la lectura, dejamos aquí los nombres de los “distinguidos” miembros argentinos en Diálogo Interamericano: José María Dagnino Pastore; Gustavo Grobocopatel; Susana Malcorra; José Octavio Bordón; Alfonso Prat-Gay; Juan Manuel Urtubey; María Eugenia Vidal (los comentarios los dejamos a cargo de lxs lectorxs).
Para no extendernos demasiado, es importante reconocer las continuidades en la macropolítica educativa, que al igual que en la política macroeconómica se reproducen las matrices neocoloniales de los mecanismos de dominación. Se impone un paradigma que es aceptado acríticamente, aunque de antemano se conozcan que los resultados van a ser indeseables para las mayorías.
Juntos por el Cambio, más desembozadamente que el Frente de Todos del actual gobierno nacional (futuro UP), es un firme adherente y promotor explícito de la macropolítica de la reforma, lleva adelante los procesos de endoprivatización educativa a la luz del día y en la política vernácula sin medir ninguna de las consecuencias, porque a la hora de pagar a sus “colaboradores” privados, también subejecuta y desfinancia las partidas presupuestarias, como sucedió en la provincia de Buenos Aires, durante la gobernación de María Eugenia Vidal cuando la precariedad en la infraestructura escolar se cobró la vida de Sandra y Rubén.
La alianza a la que pertenece el gobierno de JxC en la Ciudad de Buenos Aires es la Coalición Latinoamericana para la Excelencia Docente, que es una alianza de negocios en el mercado educativo, entre la Fundación Varkey, Inicia Educación, Diálogo Interamericano con el apoyo de la OEI (moderna oficina de Indias) y una red de más de 14 países que reúne académicos, gestores de políticas públicas, docentes y directivos de fundaciones patrocinados por esas entidades. Toda una usina de pensamiento, planeamiento y ejecución de las políticas coloniales (para ampliar el tema, ver aquí).
En ese mismo sentido privatista, Patricia Bullrich, la autora de la célebre frase “el que quiera andar armado que ande armado” y quien poco antes de las PASO, en el canal La Nación +, no pudo resolver la diferencia entre conceptos tales como hiperinflación, recesión y deflación a pesar del esfuerzo de los periodistas del canal de Mauricio Macri, que intentaban disimular el delirio y su extrema ignorancia, para con quien ahora es la candidata presidencial de JxC; también difundió su proyecto educativo.
En el Instituto Técnico de la empresa Renault en Córdoba, la defensora del genocidio de la llamada Campaña del desierto, presentó el plan de educación dual, “…un modelo de escuela secundaria en el cual los alumnos pasen parte de su tiempo en la escuela y parte de su tiempo en entornos productivos (…) esta modalidad que resulta muy fértil como sistema de formación profesional en Alemania…”, dijo la ex ministra de (in-seguridad) y agregó, “La ciencia, la tecnología y la adquisición de competencias laborales deben ser el eje que organice la oferta de todas las modalidades del nivel secundario, comunes y técnicas (…)”, apostando, claramente, a las “tecnologías del aprendizaje” como modelo pedagógico y no como herramienta, donde cualquier posibilidad de pedagogía crítica queda anulada junto al docente suplantado por las plataformas digitales.
Su confeso proyecto de mano de obra gratuita encubierto como plan educativo es anunciado en el instituto de una empresa extranjera con una sucursal en el país, gesto concreto del desplazamiento del conocimiento como utilitario para el negocio. ¡Para eso están las empresas!
De acuerdo con el plan que anuncia, “tres días en la fábrica y dos en la escuela”, tratando de apoyarse en la cita que hizo de Alemania como uno de los países que “implementan” esta modalidad; como era de esperar, o miente o no entiende ni siquiera lo que ella misma dice (o ambas posibilidades a la vez).
El modelo de educación dual en Alemania tiene que ver con la formación profesional, esto es, luego de haber terminado la educación media y además es para mayores de 18 años y menores de 30 (ver información sobre educación dual en Alemania aquí).
En otras palabras, la propuesta de la candidata de Juntos por el Cambio apunta a que lxs estudiantes tengan habilidades en algunas de las competencias que el paradigma reformista propone: adaptación (a trabajar gratis), resiliencia (sobreponerse a trabajar gratis), tolerancia (para no ser reprimido por protestar).
Más allá de la breve humorada, este modelo de la eficiencia educativa de mercado nos lleva a culminar en la formación de lo que la filósofa franco-argentina, Angelique del Rey, llamó, “un hombre sin atributos”.
Un par de párrafos para otro de los candidatos a presidente, exponente del peronismo cordobés de Hacemos por Nuestro País (HpNP), Juan Schiaretti, quien manifestó sobre su plataforma educativa, montado en el discurso del federalismo y la educación como derecho humano, en la inauguración de un edificio para el Programa Avanzado de Educación Secundaria, ProA, en la localidad de Dean Funes, que “ Hay más de 40 escuelas ProA en Córdoba y cuentan con un modelo educativo que forma jóvenes especializados en Desarrollo de Software y en Biotecnología (…) Yo pretendo llevar este sistema a nivel nacional, si los argentinos me eligen como presidente, porque la deserción (en el nivel secundario) en Argentina llega a casi el 50 por ciento, y en las escuelas ProA es de menos del 10 por ciento”.
El reduccionismo al que algunos candidatos arriban a la hora de los discursos de campaña, efectivamente, da cuenta de su escasa capacidad intelectual. Pretender resolver la problemática educativa (¿cuál de todas?) solo vislumbrando en un programa que afecta a 40 escuelas en Córdoba (escuelas ProA), de las cuales, hasta el año pasado sólo había 11 con edificio propio y, es ese marco, proponer que la resolución pasa porque en esas escuelas la “deserción”, solo alcanza al 10% de la matrícula, parece otro desaguisado, comparado al de Patricia Bullrich. El candidato cordobés, también debería decir que el régimen de accesibilidad a los cargos da por tierra con lo que prescribe el estatuto docente, porque además del puntaje que evalúa títulos y antecedentes, para ser un docente ProA hay que pasar por un proceso de selección con presentación de proyectos y entrevistas, tal como ocurre en la educación privada.
Construir un proyecto escolar, para pasar por amigo del futuro, usando los clichés del discurso de la tecnología educativa y violentar la regulación en vigencia para el acceso a cargos no parece del todo democrático, en principio porque un funcionario público, debería propender a hacer extensivos los mecanismos públicos en la actividad privada y no la inversa.
Aunque la frutilla de los partidos del establishmentla pone La Libertad Avanza, con su candidato ganador de las PASO, Javier Milei y su decálogo antiestatal, pero no tanto y pro mercado, eso sí mucho.
Una de sus propuestas más repetidas por el candidato en los medios es la implementación del voucher educativo, trasladando el financiamiento de la educación a los que la demandan (porque según Milei no sería obligatoria), de manera que, en ese escenario, el circuito escolar se inscribe en un régimen de competencia entre escuelas con indistinción entre pública y privadas (propuesta que ya había sido realizada en el año 1994 por el entonces Grupo Sophia de Horacio Rodríguez Larreta y Gabriel Sánchez Zinny).
Como vemos esta propuesta no es privativa de Milei y tampoco del grupo Sophia; fue un mecanismo constitutivo de la privatización educativa que aplicaron varios países con resultados nefastos respecto de las consecuencias sociales, la profundización de la brecha entre los más tienen y los que menos tienen y la segregación social.
La competencia entre escuelas organizadas en un ranking tiene como consecuencia inevitable el cierre de escuelas públicas, por efecto de la concientización de que la “calidad” está en el universo privado. Chile fue uno de los “experimentos” que todavía está pagando las consecuencias, al igual que Nicaragua e incluso Suecia. El objetivo central no es la educación sino la mercantilización y la apropiación privada de la renta educativa.
Milei, propone la creación de la carrera docente a nivel universitario, es decir que propone algo que ya existe. También la creación de la carrera de directivos y supervisores, que es en lo que incursiona Juntos por el Cambio.
Propone eliminar la obligatoriedad de la Educación Sexual Integral (ESI), para lo cual necesita derogar la ley, lo que constituiría un acto primitivo en función de su extraño concepto de “libertad” asociado al de “propiedad privada”.
Otro de los puntos presentados en la plataforma de LLA postula la “Modificación del estatuto docente. Rever la posibilidad de eliminar las licencias injustificadas. Posibilidad de despido.” No es el único que propone modificaciones en el estatuto docente, Juntos por el Cambio ya lo ha perpetrado varias veces, desde la legislatura porteña, con la modificación de algunos de los artículos para cercenar derechos, como la eliminación de las Juntas de Clasificación.
Pero Milei, acorde con sus disonantes modos de pensamiento pretende “eliminar las licencias injustificadas”. ¡Sorprendente! Sólo él conoce que haya un artículo que permite a maestrxs y profesorxs, tomar licencias injustificadas y por eso las pretende derogar; además a renglón seguido propone la “posibilidad de despido”. Sin exagerar, las propuestas son un completo dispendio de conceptualizaciones con un fuerte contenido punitivista/empresarial, aunque en algunas, limítrofe con el delirio, como el último punto de su presentación: “Modificación de diseño curricular aplicado a las intervenciones necesarias en función de los profesionales que necesita el país. (ingenieros, informáticos, etc.)”. Sin duda ha llegado al paroxismo político de la mano de la metafísica de mercado.
En las antípodas de los otros cuatro frentes, para el FIT-U la educación debe ser nacionalizada, estatal, gratuita y laica, lo que incluye el quite de los subsidios a la educación privada y en ese marco, la separación de la Iglesia Católica del Estado y como correlato la suspensión definitiva de su financiamiento. Respecto de la tecnología propone la conectividad gratuita a todos los docentes y alumnos del sistema público. Es Myriam Bregman, la candidata del FIT-U, la que debe llevar adelante el debate, desde estas premisas básicas, que imponen las decisiones sobre nuevas reglas y nuevas estructuras.
Por lo expuesto hasta aquí, podemos afirmar que el debate sobre educación sólo puede esperarse en la confrontación del establishment político con el Frente de Izquierda -Unidad que con una propuesta programática básica confronta seriamente los puntos de tensión.
Cada una de estas propuestas son el punto de partida para para el debate en un amplio congreso pedagógico, que debe reunir a docentes, estudiantes y familiares para no sólo exponer la situación crítica a las que se llevó a la educación sino para encontrar una verdadera alternativa de transformación independizándonos de las políticas neocoloniales de desposesión de la educación pública.
Tal vez parezca una paradoja volver a discutir sobre la gratuidad y la nacionalización del sistema educativo, asunto que parecía terminado con la sanción de la ley 1420en 1884; sin embargo, por aquello de que la historia se repite dos veces, una vez como tragedia y otra vez como farsa, es que debemos enfrentar los procesos de reformas neocoloniales disfrazados de modernidad con los ropajes de la carnavalización capitalista.
Darío Balvidares
Fuente: La campaña electoral y la desposesión de la educación pública Publicada en tramas.ar el 31-08-23
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