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domingo, 25 de abril de 2021

Las aguas bajan turbias

 Por Darío Balvidares


El pasado  viernes 23 nos enteramos de la muerte del Ministro de Transporte, Mario Meoni, durante el viaje a su casa en Junín con un vehículo oficial, propiedad de Trenes Argentinos, alrededor de las 21.30.

Volvió a reavivarse el tema de lo que va a ocurrir con la llamada Hidrovía del Río Paraná, por cuanto el decreto 949/20 abre la licitación a manos privadas otra vez.

En unos días vence la concesión actual, hace unos meses había aparecido la posibilidad de que en lugar de concesionar el río, volviera a estar en manos del Estado, después de 25 años, a través de la creación de una empresa pública que se haga cargo de la administración y control de lo que en la hidrovía sucede.

Incluso, dentro del propio Frente de Todos el senador Jorge Taiana, presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara, le había pedido explicaciones, al entoces ministro Meoni, de porqué se abría la concesión a empresas privadas, y que explique  “las razones por las cuales se desestimó la creación de la Administradora Federal Hidrovía Sociedad del Estado”, puesto que  a mediados de 2020 se había impulsado la creación de la Administradora a través del Acuerdo Federal hidrovía.

Pero como una de las características del gobierno es primero anunciar la recuperación de soberanía y luego preferir la postura colonial, este caso no podía ser la excepción, ya estaba el antecedente de Vicentín que marcaba la impronta.

Y como para que no queden dudas el entonces ministro Meoni, el 8 de este mes, firmó un acta de compromiso con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE, la misma que nos tiene colonializados con las pruebas PISA) será para que gobierne la próxima licitación (es decir la entrega) de la hidrovía (es decir los ríos).

El tema es mucho más complejo, porque importa la decisión de los canales de circulación, Punta Indio, a cargo del Puerto de Montevideo y el que pretenden las cerealeras como Dreyfus, Cargill y Bunge y el canal Magdalena que mantiene las embarcaciones en aguas argentinas con salida por el Puerto de Buenos Aires.

De acuerdo con el decreto mencionado, las obras de dragado y balizamiento se realizaran en el canal Punta Indio.

En conclusión, y más allá del aspecto económico para beneficiar a los que se han beneficiado siempre con estos modelos productivos; ni siquiera el gobierno se plantea el tema de que el Estado tenga el control geoestratégico por donde sale el 75% del comercio exterior del país y las múltiples veces denunciado contrabando.

Para finalizar y pensar: ¿acaso no llama la atención que el subsecretario de Puertos y Vías navegables, responsable del Consejo Federal de la Hidrovía sea Leonardo Cabrera Domínguez?

Quien además de que fuera operador de Dreyfus, “cuenta con un incondicional apoyo de la empresa belga Jan de Nul Group (con fuertes intereses en la Hidrovía), la adhesión de la pastera UPM (ex Botnia) y el visto bueno del actual presidente de la Organización de Estados Americanos (OEA) Luis Almagro…”, según el portal El Argentino de Gualeguaychú.

Parece que en el Frente de Todos también tienen “agentes” de los dos lados del mostrador.

¿Y la soberanía?

 

 

 

martes, 20 de abril de 2021

Los pandemials y la expansión de la idiotez

 



Por Darío Balvidares*                                                         21/04/2021

Conforme avanza la pandemia, los contagios aumentan, las camas de terapia intensiva disminuyen y se acaban, los trabajadores de la salud con agotamiento sostenido, mientras los pandemials desafían el mundo real, imponiendo los intereses de la idiotez y fallos judiciales de dudosa procedencia y deficiencia argumentativa, que invitan a docentes, auxiliares, estudiantes y familias a coquetear con los contagios, la enfermedad y la muerte, dando lugar a la decisión política del jefe de gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, el neoliberal, Horacio Rodríguez Larreta.

A diferencia de los Centtennials, Millennials y otras catalogaciones que describen comportamientos generacionales de manera epocal dentro del contexto de clase que el capitalismo impone; los pandemials fueron apareciendo por generación espontánea y abarca un variopinto rango de edades, géneros y estatus sociales.

Pero los más peligrosos son los pandemials que toman las decisiones políticas y los pandemials periodistas, unos porque traman nuestro destino y otros porque construyen el paupérrimo sentido común desde lo que se dio en llamar la “opinión pública”.

No todo es una cuestión de la “grieta” vernácula, de hecho en lo que respecta al tema de la educación presencial o a distancia en el contexto covid-19, viene de una reunión (virtual) de carácter mundial en la que la UNESCO[1] convocó a funcionarios de educación de distintos países,  entre los que participó el ministro de educación de la Nación, Nicolás Trotta.

Justamente, “mantener las escuelas abiertas” fue el primer tema en la que los disertantes coincidían en que la “presencialidad es lo último que hay que cortar”.

En realidad, la premisa ya la había decidido la propia UNESCO (uno de los motores  principales de la reforma confiscatoria de la educación pública) y un referente del Banco Mundial (el otro motor) que también participó del evento, de ahí que con ese mandato y la bajada posterior al ineficaz Consejo Federal de Educación, el propio ministro Nicolás Trotta hizo declaraciones como ésta:

 “… en las escuelas, como en aquellos lugares donde se logra cumplir con los protocolos, hay bajo riesgo de contagio, lo demuestra la evidencia (…) No se van a cerrar las escuelas…[2]

 Algo similar dijo la ministra, Soledad Acuña, en la Ciudad de Buenos Aires:

 las escuelas tuvieron ‘un nivel bajísimo de casos que dieron positivo’ y que ‘no hubo contagios en las burbujas dentro de las que se dieron esos casos’…[3]

 Mientras se incumplía el primer día del judicializado DNU presidencial, que suspendía por 15 días la educación presencial, ambos “engrietados” coinciden, no sólo en estas apreciaciones sin sustento científico, también lo hacen en relación con los convenios firmados con ong y fundaciones empresariales[4].

Frente a los pandemials y otros practicantes de la idiotez y en relación con estas manifestaciones es importante informarse. Un artículo de la revista The Lancet titulado “La reapertura de la escuela sin una sólida mitigación del COVID-19 corre el riesgo de acelerar la pandemia” contradice el remanido argumento esgrimido tanto por el ministro de educación de la Nación, como por la ministra de la Ciudad de Buenos Aires, recordando que Soledad Acuña, es la misma que decía que:

 “Tenemos millones de papers científicos que confirman que los chicos no son un factor de transmisión masivo, que las escuelas abiertas, al revés de lo que se pensaba, son un espacio, con protocolos, no solo necesarios sino posibles”[5]

 Afirmaciones que demuestran que tampoco hubo lectura del informe que desarmaba el mito:

“A lo largo de la pandemia de COVID-19 ha existido un mito persistente de que los niños apenas se ven afectados por la enfermedad. Nada podría estar más lejos de la verdad”, asegura Henrietta Fore, directora ejecutiva de UNICEF (…) Si bien los niños pueden enfermarse y propagar la enfermedad, esto es solo la punta del iceberg de la pandemia. Las interrupciones en los servicios clave y las crecientes tasas de pobreza representan la mayor amenaza para los niños. Cuanto más persista la crisis, más profundas serán sus repercusiones en la educación, la salud, la nutrición y el bienestar de los niños. El futuro de toda una generación está en riesgo”[6].

 Cabe agregar que los pandemials del ineficaz Consejo Federal de Educación habían establecido el “semáforo” como herramienta indicativa de los alertas, el que se fijaba como “rojo” cuando la circulación viral se estableciera en más de 200 contagios cada 100 mil habitantes, ese número es largamente superado casi en todo el país. En el momento que escribo este artículo en la Ciudad de Buenos Aires hay 1200 contagios cada 100 mil habitantes. ¿Quién se robó el semáforo?

 La máquina de destrucción masiva

El partido gobernante de la Ciudad (PRO) se ha caracterizado por ser una suerte de máquina de impedir, con la baja sistemática del presupuesto educativo, que cuando asumió (2007) rondaba el 28%, que tampoco significaba demasiado, hasta este 2021 que está en el 17%.

Pasado un año de la pandemia el gobierno de la Ciudad no invirtió en la conectividad siendo uno de los impulsores discursivos de las bondades de la tecnología y estigmatizando de manera continua la falta de capacitación, al mismo tiempo que  suprime la entrega de computadoras tanto a estudiantes como a los propios docentes;  a quienes trata de “fracasados” que terminan en la educación, dijo la misma ministra, pandemial, Soledad Acuña:

 “… son personas cada vez más grandes de edad, que eligen la carrera docente como tercera o cuarta opción luego de haber fracasado en otras carreras…[7]

 Los mismos que quieren borrar la historia de 29 profesorados y los turnos noche de las escuelas secundarias.

Los mismos que tienen inconfesables off short, como el empresario Gabriel Sánchez Zinny, ex Director de Escuelas en provincia de Buenos Aires y que, actualmente, ocupa el cargo de  Director de la Unidad de Evaluación Integral de la Calidad y Equidad Educativa porteña (UEICEE); fue declarado “persona no grata” por los sindicatos UTE y ADEMyS,  es el responsable,  junto a la exgobernadora, María Eugenia Vidal (que terminó su mandato con 340 escuelas cerradas por problemas de infraestructura), de las muertes de la docente, Sandra Calamano y el auxiliar, Rubén Rodríguez por la explosión en la escuela número 49 de Moreno el jueves 2 de agosto de 2018.

Este pandemial comparte con otro, Esteban Bullrich (ex ministro de educación, primero en la Ciudad de Buenos Aires y luego de la Nación y actual senador nacional) Formar Foundation (actualmente inactiva), una off short que fuera denunciada en el caso conocido como Panamá Papers, con domicilio en  Florida[8], paraíso fiscal de Estados Unidos.  

Durante sus gestiones todo el sistema educativo sufrió una campaña sistemática de precarización y tercerización en manos de ejecutivos de fundaciones “amigas” ocupando cargos públicos, desmantelando programas y recortando el presupuesto en áreas sensibles, sin inversiones en equipamiento tecnológico (computadoras y plataformas de conectividad en las escuelas y conectividad gratuita en los barrios más humildes).

El gobierno de Horacio Rodríguez Larreta (ex director del Grupo Sophia financiado entre otras fuentes,  por la Banca de Boston durante la década del ‘90) en la Ciudad de Buenos Aires no sólo no  invirtió en todo el 2020 en tecnología, ni tampoco en infraestructura para adecuar las aulas de las escuelas a los requerimientos de seguridad e higiene que la situación requiere.

Estos son, simplemente, algunos recordatorios para ver que los pandemials no son sólo producto de un virus, son los destructores de lo público, lo privatizadores de lo común, los que desconocen la solidaridad con el cinismo que la idiotez que antepone sus intereses fundamentalistas y mezquinos les otorga.

 Los pandemials habitan en el poder judicial

 Con ese mismo cinismo del idiota “la Cámara de Apelaciones en lo Contencioso Administrativo, Tributario y de Relaciones de Consumo de la Ciudad de Buenos Aires falló a favor de la presencialidad…[9] 

 En los fundamentos del fallo citan la  Ley 26.206  (LEN) en su el Artículo 4°

 El Estado nacional, las provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires tienen la responsabilidad principal e indelegable de proveer una educación integral, permanente y de calidad para todos/as los/as habitantes de la Nación, garantizando la igualdad, gratuidad y equidad en el ejercicio de este derecho, con la participación de las organizaciones sociales y las familias.”

 Y luego refiere el Artículo 5º

 “El Estado nacional fija la política educativa y controla su cumplimiento con la finalidad

de consolidar la unidad nacional, respetando las particularidades provinciales y locales”.

Sin la pretensión de un análisis jurídico, sino a través de un simple análisis del discurso, está claro que el “El Estado nacional, las provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires tienen la responsabilidad”.

Pero el Artículo 3 expresa que: “La educación es una prioridad nacional y se constituye en política de Estado” y el  Artículo 5° determina al Estado nacional fijar la política educativa.

Eso es lo que hace al argumento del gobierno nacional decretar la suspensión de las clases por 15 días en virtud de la urgencia que amerita el avance desmesurado de los contagios y que el gobierno de la Ciudad no deba pedir la inconstitucionalidad del DNU presidencial, manifestando que  se vulneran las “particularidades provinciales y locales”, puesto que la crisis sanitaria producto de la pandemia no es ninguna “particularidad” propia de la Ciudad.

Incluso el Artículo 129 de la propia Constitución Nacional establece:

 “La ciudad de Buenos Aires tendrá un régimen de gobierno autónomo, con facultades propias de legislación y jurisdicción, y su jefe de gobierno será elegido directamente por el pueblo de la ciudad.

Una ley garantizará los intereses del Estado nacional, mientras la ciudad de Buenos Aires sea capital de la Nación…”

 De acuerdo con el artículo, el gobierno de la Ciudad es autónomo y los  habitantes votan sus autoridades, sin embargo el mismo artículo agrega que se garantizará los intereses del Estado Nacional, algo que el gobierno/equipo de los pandemials no está garantizando.

Incluso el artículo 128 instituye:

 Los gobernadores de provincia son agentes naturales del Gobierno Federal

para hacer cumplir la Constitución y las leyes de la Nación.

 No hace falta mayor explicación, para no subestimar al lector de este artículo, sí señalar

que para los pandemials  su ideología constituye el velo que les tapa la realidad”, además de escasear en lectura o por lo menos en compresión e interpretación de texto.

De ahí las contradicciones, el vicejefe de Gobierno porteño había expresado que: “Si hay una segunda ola tendremos que parar con la presencialidad por 10 o 15 días”[10]

Y no solo hacen lo contrario, sino que se transforman en sofistas de folletín, exponen al conjunto de la población al contagio ilimitado, usan a esos “tribunales” que excretan fallos a pedido, pero jurídicamente nulos, como ya lo definió el juez federal  en lo Contencioso y Administrativo, Esteban Carlos  Furnari que dejó sin efecto la resolución de la Cámara de Apelaciones porteña que habilitaba las clases presenciales en la Ciudad por no tener competencia sobre el tema. 

 Una para el final

El equipo de pandemials que “administra” la Ciudad de Buenos Aires, con Horacio Rodríguez Larreta como “líder”, desobedece el fallo de la Justicia Federal.

Estamos frente a un crecimiento exponencial de contagios y los Pro-Pandemials juegan con la enfermedad; tampoco invirtieron en infraestructura hospitalaria y no reconocen  la profesionalización de los enfermeros/as.

La Corte Suprema  tiene en sus manos un tema jurídico de fácil solución, que pone de manifiesto si desde ese Olimpo, también folletinesco, pueden ver la realidad que nos impone el virus, mas allá del DNU que es necesario, pero del todo insuficiente.

Los docentes interpelan el delirio del gobierno porteño con su lucha por la vida, mostrando que la realidad del covid-19 no es discursiva, es letal.

 

*Profesor y Licenciado en Letras (egresado FFyL – UBA)

Fue docente durante 30 años en la Escuela de Comercio 3 DE 7 Hipólito Vieytes de la que se jubiló como Rector en 2015.

Investigador en Política Educativa; autor de La educación en la era corporativa, la trama de la desposesión Editorial Herramienta – Contrahegemonía 2019 y La novela educativa o el relato de la alienación Redes Cultura 2005 (con prólogo de Osvaldo Bayer).  Además de decenas de artículos publicados en Rebelión; Contrahegemonía Web y Otras Voces en Educación.

Productor periodístico y columnista del programa “La Deuda Eterna” (FM Flores 90.7 CABA y Radio La Retaguardia entre 2006 y 2020)

 


[1]Un año de COVID: priorizar la recuperación de la educación para evitar una catástrofe generacional” 29/03/2021

https://en.unesco.org/news/one-year-covid-prioritizing-education-recovery-avoid-generational-catastrophe

[2] https://www.telam.com.ar/notas/202104/550481-trotta-no-se-van-a-cerrar-las-escuelas.html

[3] https://www.minutouno.com/politica/clases-presenciales/acuna-admitio-que-varias-escuelas-no-pudieron-abrir-hoy-sus-puertas-n5185666

[4] https://laeducacionenpedazos.blogspot.com/2021/03/los-mios-los-tuyos-y-los-nuestros-all.html

[5]  https://www.nueva-ciudad.com.ar/notas/202102/45379-acuna-dijo-que-les-nines-no-contagian-dura-respuesta-de-especialistas.html

[6] https://news.un.org/es/story/2020/11/1484262

[7] https://www.laizquierdadiario.com/Pobres-viejos-zurdos-y-fracasados-brutales-definiciones-de-Soledad-Acuna-sobre-la-docencia?utm_source=lid&utm_medium=wp&utm_campaign=article-social-actions

[8] https://opencorporates.com/companies/us_fl/N06000009549

[9] https://www.minutouno.com/politica/ciudad-buenos-aires/que-dice-el-fallo-que-permite-las-clases-presenciales-la-n5185512

[10] https://www.ambito.com/politica/diego-santilli/santilli-si-hay-una-segunda-ola-tendremos-que-parar-la-presencialidad-n5170813

domingo, 4 de abril de 2021

En memoria de Carlos Fuentealba


Por Darío Balvidares                                                                                                   


                                                                                          Después de la célebre

                                                                                      “desaparición de personas”,

                                                                                     llamada la “Muerte Argentina”,

                                                                                             nos gusta el detalle

                                                                                    y nos especializamos en docentes.

                                                                                         Osvaldo Bayer

 

Mientras escribo estás líneas, termina otro 4 de abril desde aquel de 2007 en que nos sorprendió el brutal asesinato al Maestro. Un crimen, todavía impune, perpetrado por las fuerzas represoras, que como tantos otros se ocultó en las miserias políticas de los funcionarios que primero planifican y después ordenan a cobardes armados y vestidos con uniformes bélicos  que abran fuego contra las protestas sociales que los inoportuna. Y así demostrar su poder patriarcal.

Aquel 4 de abril de hace catorce años, en la ruta 22 a la altura de la localidad de Arroyito, el cabo asesino, Poblete, le disparó con su arma lanzagases, al Maestro, que estaba en un Fiat 147 retirándose del corte de ruta, como todos los demás, mientras la orden del ejecutivo provincial fue: salir a cazarlos.

El, entonces, dirigente de ATEN, Gabriel Pillado, rompe la luneta trasera y junto a otros docentes pueden sacar a Carlos del habitáculo, que había sido invadido por el humo de la granada lacrimógena que deliberadamente fue apuntada a un docente.

El cabo asesino, Poblete, cuando advierte que su acción había cumplido el objetivo, con la cobardía que caracteriza a los criminales, busca refugio y se oculta entre los “suyos”, que por supuesto lo cobijan, como sucede habitualmente con las corporaciones sicariales, llamadas fuerzas de (in)seguridad, igual que en los casos de Santiago Maldonado, Rafael Nahuel y Facundo Astudillo Castro, entre otros cientos de crímenes de Estado.

Es necesario recordar la responsabilidad del entonces gobernador, Jorge Sobisch, que ordenó la “cacería” de los docentes que ya llevaban 5 kilómetros con la policía disparando y corriéndolos por detrás, cuando aparece Poblete que tira a menos de dos metros a la cabeza de Fuentealba.

Jorge Sobisch, entonces gobernador por el Movimiento Popular Neuquino (MPN), que luego del brutal asesinato, abandona la casa de gobierno, la que permaneció cerrada, mientras él, también se había “escondido”, porque nadie sabía donde había ido para eludir la responsabilidad criminal.

Incluso, posteriormente, durante el juicio en el que fue llamado a declarar, perversamente, “no recuerda” sobre las preguntas que le realizara el propio juez de la causa: “aseguró ‘no recordar’ haber dicho luego, en una conferencia de prensa, que asumía la ‘responsabilidad política’ por los hechos ocurridos en la ruta y haber admitido entonces que había ordenado a la Policía despejar la carretera, informó la agencia de noticias DyN[1]

El mismo Jorge Sobisch que estaba por hacer una alianza con el PRO de Mauricio Macri para constituir una fórmula electoral en 2007, el mismo que en 2019 fue candidato a gobernador por la Democracia Cristiana. El mismo Jorge Sobisch que había sido cubierto por la justicia burguesa, que también es cristiana, en la causa “Fuentealba II” que busca las responsabilidades políticas del crimen del Maestro.

Porque cuando se ordena el despliegue de las fuerzas represoras del Estado contra una protesta, en este caso sindical y se comente un crimen, es el Estado desde su brazo armado el que lo comete y no “el eslabón perdido”, porque no hay “eslabón perdido”, es la acción de una decisión política que tiene como principal responsable al nefasto exgobernador Jorge Sobisch y al cabo Poblete como ejecutor.

La pedagogía de la represión es la cara brutal de la pedagogía de la obediencia, y si los gobiernos necesitan la represión contra las protestas de la población en cualquiera de sus manifestaciones es porque no están haciendo lo que hay que hacer en favor de las mayorías.

Carlos Fuentealba es uno de los símbolos por el cual la educación pública mantiene su llama encendida.

Frente a la pedagogía represora; la didáctica de la verdad.

Carlos Fuentealba… ¡Presente!

 

 

 

 

 



[1] https://www.infobae.com/2008/06/25/388086-caso-fuentealba-sobisch-nego-haber-dado-orden-reprimir-la-manifestacion/