La era del protocolo, los debates
insignificantes y la estupidez institucional
Por Darío Balvidares*
8/2/2021
¿Qué pasó con el quedate en casa?
La apariencia
siniestra y bélica del virus comienza a transformarse; la pedagogía
instrumental del acercamiento alejado (valga el oxímoron) con los cuidados prescriptos en protocolos
que mutan mas rápido que el mismísimo Covid 19, permite dejar en el museo
lingüístico el sintagma “quedate en casa”.
Los jóvenes, que hasta
hace veinte días eran los criminalizados y demonizados por funcionarios y
periodistas por juntarse en playas y boliches, ahora, gracias a las buenas
intenciones educativas que la pedagogía instrumental propone, son sacralizados
por la necesidad de “recuperar los vínculos”, entonces van a poder desplazarse
en el transporte público sin ninguna restricción y lo más importante: ¡volver a
la escuela!
Por supuesto que la
problemática vincular afectó al conjunto de la población y cuanto más a les
chiques, pero sabemos, por el “diario del lunes”, es decir, lo que sucede en
Estados Unidos y Europa, que las segundas y terceras olas también necesitan del
mismo “semáforo” que ustedes mismos adoptaron, me refiero a los que manejan las
decisiones políticas.
Pero el cinismo
sistémico no tiene límites, los jóvenes son ángeles o demonios según la
imagen/mundo que los gobiernos/medios pretenden crear más allá de la realidad
objetiva con la que casi nunca los discursos político/mediáticos coinciden.
Deberíamos hablar de
las juventudes, puesto que la fragmentación social acentúa las diferencias
socioeconómicas, al igual que sucede con la niñez, con un 62.9% por debajo de
la línea de pobreza, según UNICEF. Pero este tema no parece estar en la agenda,
ni las muertes de niñes wichis por desnutrición o la del niño de 8 años
fallecido por covid 19 de la comunidad chané de Iquira en Salta, trasladado al
hospital de Tartagal[1]
hace unos días.
Lamentablemente les
niñes sí se contagian y es falaz lo que dice la ministra Soledad Acuña:
“Tenemos millones de
papers científicos que confirman que los chicos no son un factor de transmisión
masivo, que las escuelas abiertas, al revés de lo que se pensaba, son un
espacio, con protocolos, no solo necesarios sino posible”[2]
Un informe de UNICEF
publicado por la ONU demostraba que les niñes sí se contagian y que las
consecuencias a futuro pueden ser devastadoras.
“A lo largo de la
pandemia de COVID-19 ha existido un mito persistente de que los niños apenas se
ven afectados por la enfermedad. Nada podría estar más lejos de la verdad”,
asegura Henrietta Fore, directora ejecutiva de UNICEF.
“Si bien los niños
pueden enfermarse y propagar la enfermedad, esto es solo la punta del iceberg
de la pandemia. Las interrupciones en los servicios clave y las crecientes
tasas de pobreza representan la mayor amenaza para los niños. Cuanto
más persista la crisis, más profundas serán sus repercusiones en la
educación, la salud, la nutrición y el bienestar de los niños. El futuro de
toda una generación está en riesgo”[3]
Pero no sólo se trata
de esa “punta del iceberg”, hay otra punta que ataca a niñes y jóvenes y es el
síndrome multisitémico inflamatorio pediátrico
(MIS- C) como informó el Washington Times hace pocos días.
“Aproximadamente 1,600
casos y 26 muertes asociadas con MIS-C se han identificado en todo el país a
principios de enero, según los Centros para el Control y la Prevención de
Enfermedades de EE. UU.
Los expertos en salud
dijeron que el reciente aumento de casos de coronavirus en todo el estado
podría llevar a más casos de MIS-C.
El estado anunció sus
primeros casos confirmados de la enfermedad en julio. Sus síntomas
incluyen fiebre, dolor abdominal, vómitos, diarrea, dolor de cuello,
sarpullido, ojos inyectados en sangre y cansancio. La mayoría de los niños
con MIS-C se recuperan, anotó el departamento de salud”[4]
Una enfermedad
asociada al covid-19, pero que se desarrolla en niñes y adolescentes, es
probable que sea poco frecuente, pero es otro dato a tener en cuenta porque de
hecho ya está instalada en los Estados Unidos, uno de los países que lleva la
delantera en cantidad de muertos por covid.
En el mismo sentido y
en línea con los problemas derivados del covid-19 “…según un estudio publicado en la revista médica JAMA Pediatrics, los niños,
los adolescentes y los adultos jóvenes tienen un mayor riesgo de complicaciones
graves por COVID-19 de lo que se pensaba anteriormente, y las personas con
afecciones de salud subyacentes tienen un riesgo aún mayor”[5]
El mundo alucinante
Mientras éstas y otras
cientos de informaciones científicas van descubriendo efectos colaterales del
covid-19 y apareciendo asociadas nuevas enfermedades; los contagios aumentan en
los países centrales, las muertes también. Se vuelve atrás en las medidas de
apertura de las escuelas y universidades, el virus muta y ataca de nuevo.
Mientras eso ocurre de acuerdo con los datos de la realidad objetiva, acá, un
puñado de funcionarios resuelve que es “seguro volver a las clases presenciales”
ajustándose a los protocolos.
El alucinatorio del
tándem político/mediático solo establece su enrarecida “grieta” en discusiones
de almanaque, no aparecen debates de fondo que dejen de lado la “pedagogía
instrumental” en la que se refugian los “engrietados” para soslayar la crisis
sistémica en que las políticas educativas puestas en marcha desde hace décadas fueron
devastando la educación pública con presupuestos a la baja y el abandono
sistemático de la infraestructura.
Aunque nos hablen de
los porcentajes del PBI, nunca alcanzó para hacer escuelas, ni para sostener
las que hay, así como los eternos discursos contra les docentes, víctimas del
proceso de precarización salarial y de las condiciones de trabajo.
En el propio
alucinatorio institucional, el año pasado se hablaba de la voluntad que había
tenido, la docencia en su conjunto para sostener el vínculo, intentando representar o generar un vínculo pedagógico (en
el distanciamiento) con sus estudiantes. Claro con los que la precaria
“conectividad” les permitía y por supuesto sólo con aquellos que por lo menos,
accedían, aunque fuese unas horas, a algún tipo de equipo tecnológico.
Pero en ese propio
alucinatorio, en el 2021 los héroes vuelven a ser los villanos, porque exigen
seguridad sanitaria en todas sus dimensiones, además de paritarias que den
cuenta de los salarios deprimidos, de-preciados… Entonces, frente a la
posibilidad de medidas de fuerza, absolutamente legítimas, los gobiernos
responden con amenazas de descuentos salariales y diatribas propias de los
patrones de estancia.
Y nos hablan de
protocolos que estos mismos gobiernos no pueden cumplir, porque ni siquiera
conocen la realidad de las escuelas en su dinámica diaria y mucho menos se
hacen cargo de lo que se necesita en el mundo real, no en el discurso
protocolar.
Y se piensan a sí
mismos, “amigos” de la nueva normalidad
porque alguien, en alguna parte habló de la burbujeante
escuela del siglo XXI, que no contempla ni siquiera la pareja pedagógica en
tiempos de pandemia, eso es la burbuja de la pedagogía instrumental, que solo
sabe de ajustes y disciplinamiento.
Pero, ocurre que el
virus, no sabe de burbujas, por otra parte impracticables, con el diseño que
tiene el trabajo escolar; con docentes que tienen más de una escuela, que
viajan en transporte público y todo lo que ya sabemos que presupone la
presencialidad, que en estos momentos y justamente como dicen algunos de los
infectólogos, el virus muta y tiene mayor potencialidad de contagio.
Así y todo, el
convidado de piedra, el ministerio de educación nacional, que sólo sigue las
“recomendaciones” de la UNESCO y otros obsoletos organismos internacionales, de
donde salieron las políticas reformistas de la educación a pedido de los
intereses de las grandes corporaciones, entra en cortocircuito con alguno de
los “dichos” del 2020, respecto de la presencialidad en relación con la
vacunación.
“No van a volver las clases con normalidad hasta que haya una vacuna
contra el coronavirus”[6]
dijo
el ministro Nicolás Trotta.
“La vacuna no es condición indispensable para la presencialidad”[7] dijo el
ministro Nicolás Trotta.
En estos días el propio ministro está aislado por haber estado en
contacto durante su gira por las provincias, con funcionarios que habían
contraído el covid-19.
Acá se abre la gran pregunta…
¿Acaso el ministro de educación de la Nación infringió alguna de las
normas dispuestas en los protocolos que ellos mismos diseñan?
Todo es posible, aunque es improbable que no tengan los resguardos
necesarios, en esos niveles de exposición.
Ahora bien, si la ministra de educación de Santa Fe, Adriana Cantero[8], tiene
covid y estuvo reunida con el ministro Trotta y por eso tiene que hacerse los
test y cumplir con el aislamiento y estamos hablando de una pequeña reunión con
todos los protocolos a disposición y los elementos de protección también; esa
situación que están atravesando debería funcionar como alerta para las
decisiones que van a tomar. ¿O lo que les sucedió a pequeña escala, también va
a tener una respuesta acorde con el alucinatorio institucional?
Del alucinatorio y
la estupidez
Entre otras de las cuestiones que deben ser aclaradas es que los Estados,
incluso el nuestro, no fueron tomados por sorpresa con la propagación del virus
pandémico, un interesante documento de septiembre de 2018 de la Organización
Mundial de la Salud (OMS) y el Banco Mundial ya alertaba sobre lo siguiente:
“Si es cierto el dicho de que «el pasado es
el prólogo del futuro», nos enfrentamos a la amenaza muy real de una pandemia
fulminante, sumamente mortífera, provocada por un patógeno respiratorio que
podría matar de 50 a 80 millones de personas y liquidar casi el 5% de la
economía mundial. Una pandemia mundial de esa escala sería una catástrofe y
desencadenaría caos, inestabilidad e inseguridad generalizadas. El mundo no
está preparado”[9]
Es decir que ya se conocía lo que iba a suceder. No es en este artículo en dónde vamos a poner
en debate el por qué, todes
sabemos lo que sucede con la degradación antrópica provocada en el planeta por
su modelo de producción.
Pero, teniendo este antecedente, no es válido que nos sigan diciendo que
el virus “nos tomó por sorpresa”.
Y mucho menos que ahora quieran exponer a la comunidad educativa como
experimento para ver qué pasa.
Ya sabemos qué va a pasar, vamos a tener un rebrote aumentado por la estupidez institucional, por
no esperar la aplicación masiva de las vacunas, entre otras cosas.
En estos días se realizó un documento con un pronunciamiento[10]
público, del cual soy firmante, al igual que miles que han adherido, porque no
están dadas las condiciones de bioseguridad y no se ha debatido con el conjunto
de la comunidad educativa, dando por sentado protocolos que solo fueron
consensuados entre funcionarios que luego desligarán responsabilidades, como es
su costumbre institucionalizada.
Dejo como cierre del artículo uno de los párrafos del documento citado:
“La comunidad educativa se construye
colectivamente y todos/as sus integrantes tienen derecho a participar en la
misma; nos oponemos a la decisión arbitraria e inconsulta de efectivizar el
retorno a la presencialidad escolar sin condiciones suficientes para el cuidado
de la vida. Solicitamos al Consejo Federal de Educación NO redefinir el
Semáforo Epidemiológico, que fue aprobado en 2020 y acordado de manera nacional”.
Tal vez la producción pública de la vacuna pueda ayudar a recuperar más
rápidamente la presencialidad
sin que esté sospechada de otra decisión propia de la estupidez del
alucinatorio institucional.
*Profesor y
Licenciado en Letras (FFyL-UBA). Fue docente durante 30 años y Rector de la
Escuela de Comercio 3, Hipólito Vieytes (CABA). Como investigador es autor de “La educación en la era corporativa, la trama
de la desposesión”. Herramienta Ediciones y Contrahegeminía Web (2019)
CABA. Y del ensayo “La novela educativa o el relato de la alienación” Redes Cultura (2005) CABA, con prólogo de
Osvaldo Bayer. Además de decenas de trabajos y artículos
publicados en Contrahegemonía Web; Rebelion.org
y Otras Voces en Educación. Durante 15 años fue productor periodístico y
columnista del programa radial La Deuda
Eterna.
[1] https://www.laizquierdadiario.com/Fallecio-un-nino-originario-por-covid-19-en-el-norte-de-Salta
[2] https://www.nueva-ciudad.com.ar/notas/202102/45379-acuna-dijo-que-les-nines-no-contagian-dura-respuesta-de-especialistas.html
[3] https://news.un.org/es/story/2020/11/1484262
[4] https://www.washingtontimes.com/news/2021/jan/29/sc-reports-1st-death-from-inflammatory-pediatric-s/
[5] https://www.infobae.com/america/tendencias-america/2020/07/01/los-jovenes-y-el-covid-19-de-ser-inmunes-a-ser-el-centro-de-la-enfermedad/
[6] https://www.treslineas.com.ar/trotta-volver-clases-normalidad-hasta-haya-vacuna-contra-coronavirus-n-1602170.html
[7] http://seguinforma.com.ar/trotta-la-vacuna-no-es-condicion-indispensable-para-la-presencialidad/
[8] http://elcorreodigital.com.ar/noticia.aspx?idContent=32371
[9]
“Un mundo en peligro” Informe anual sobre preparación mundial de emergencias
sanitarias. Septiembre 2018.